Un colectivo ultracorreísta demanda a siete medios de comunicación por NO publicar, como hubiesen querido, una supuesta investigación en contra de Guillermo Lasso. Un artículo del diario kirchnerista Página 12 se convirtió en el eje temático de la campaña contra el opositor y, al parecer, darle con todo en los medios monopólicos del Gobierno no fue suficiente. Sí, así como suena. Quieren sancionar a la prensa libre por no recoger la campaña sucia.
Mañana preguntarán por qué no publicamos en primera página que la violencia contra Lasso en las afueras del estadio fue en realidad una expresión democrática de la mano tendida revolucionaria. Nos exigirán que digamos que Odebrecht es en realidad un socio estratégico de finas costumbres y que la Refinería del Pacífico es una realidad, que no logramos mirar por nuestra miope visión neoliberal.
Este es el país en el que vivimos, del cual me avergüenzo. Me avergüenzo de ser de Ecuador, pese al profundo amor que le tengo. Me da vergüenza que para este domingo se ubiquen fiscales en los recintos para meter presa a la gente; que el CNE, en vista de que no pudo generar confianza, amanezca cercado y militarizado el día de las elecciones. Con el dolor del alma, me da vergüenza mi país.
Enamorado como estoy de mi patria y siendo tan mía como de todos, puedo decir que me provoca vómito ver cómo se han usado los recursos estatales para perennizar una dictadura, me causa arcada cómo se ha nombrado a un amigazo del Presidente como nuevo fiscal y que mientras estamos en campaña se sigan endeudando con brutal frenesí.
Me avergüenzo, me apena, me arrepiento de aquel día, hace 10 años, en el que sin más opciones voté por Rafael Correa creyendo que se venía un cambio. Lo hice, una sola vez, en segunda vuelta, y por ello ofrezco disculpas a la historia, a mi propia biografía, a mi propio sentido común. Creo haber pagado mi penitencia con dura batalla.
Veo un país secuestrado, con las muñecas ensangrentadas por sus intentos de liberarse. Necesitamos despojarnos de las náuseas y recuperar el orgullo. No quiero andar por la vida sintiendo vergüenza de mi patria. No más.
Autor: Luis Eduardo Vivanco
Fuente: Diario La Hora
Artículo de Luis Eduardo Vivanco: 'Me avergüenzo de Ecuador' |
Mañana preguntarán por qué no publicamos en primera página que la violencia contra Lasso en las afueras del estadio fue en realidad una expresión democrática de la mano tendida revolucionaria. Nos exigirán que digamos que Odebrecht es en realidad un socio estratégico de finas costumbres y que la Refinería del Pacífico es una realidad, que no logramos mirar por nuestra miope visión neoliberal.
Este es el país en el que vivimos, del cual me avergüenzo. Me avergüenzo de ser de Ecuador, pese al profundo amor que le tengo. Me da vergüenza que para este domingo se ubiquen fiscales en los recintos para meter presa a la gente; que el CNE, en vista de que no pudo generar confianza, amanezca cercado y militarizado el día de las elecciones. Con el dolor del alma, me da vergüenza mi país.
Enamorado como estoy de mi patria y siendo tan mía como de todos, puedo decir que me provoca vómito ver cómo se han usado los recursos estatales para perennizar una dictadura, me causa arcada cómo se ha nombrado a un amigazo del Presidente como nuevo fiscal y que mientras estamos en campaña se sigan endeudando con brutal frenesí.
Me avergüenzo, me apena, me arrepiento de aquel día, hace 10 años, en el que sin más opciones voté por Rafael Correa creyendo que se venía un cambio. Lo hice, una sola vez, en segunda vuelta, y por ello ofrezco disculpas a la historia, a mi propia biografía, a mi propio sentido común. Creo haber pagado mi penitencia con dura batalla.
Veo un país secuestrado, con las muñecas ensangrentadas por sus intentos de liberarse. Necesitamos despojarnos de las náuseas y recuperar el orgullo. No quiero andar por la vida sintiendo vergüenza de mi patria. No más.
Autor: Luis Eduardo Vivanco
Fuente: Diario La Hora