Quantcast
Channel: Ecuador Noticias
Viewing all articles
Browse latest Browse all 4487

Carta a Correa: ¡Qué amigos los suyos!

$
0
0
Presidente,

“América Latina será unida, progresista, de izquierda, con justicia social, con soberanía, con dignidad como perfectamente lo representa esa querida compañera Cristina Fernández de Kirchner”: eso dijo usted, ¿recuerda? Pues su compañera Cristina acaba de ser imputada por la Justicia argentina. La acusan de presunto lavado de activos por parte de Lázaro Báez, un empresario que fue gran amigo de Néstor Kirchner, su esposo y también ex presidente. Un hombre que falleció en octubre de 2010; un gran ladrón de quien usted habló siempre maravillas.

amigos de Rafael Correa
Artículo de José Hernández: "Carta a Correa: ¡Qué amigos los suyos!"

De los Kirchner se han escrito decenas de libros sobre sus métodos mafiosos para apropiarse de tierras, inmuebles, dinero y poder. Basta con asociar en Internet Kirchner, robos y libros para percatarse de la documentación que hay sobre la pareja que usted admira. Si se agrega la palabra fortuna, pues hay cómo seguir, con gráficos incluso, la riqueza de un hombre que amaba las cajas fuertes y de una mujer que, oficialmente, multiplicó su patrimonio por 3.200%. El crecimiento económico conocido de la pareja bordea 100 millones de dólares y el hijo de Cristina de Kirchner ha declarado bienes por $36 millones. Seguramente sabe usted, Presidente, que cuando llegaron al poder sus amigos solo tenían $2 millones de pesos.

Ellos son tan famosos que incluso su apellido identifica la ruta de la corrupción que se investiga en Argentina: la ruta K. Usted les ha defendido presentándolos como adalides de la honestidad, la soberanía, la dignidad. A la luz de los hechos, se puede decir que usted confunde discursos con dignidad y votos con honestidad. No, los Kirchner no son honestos. Lo sabe el fiscal Guillermo Marijuan que incorporó a su amiga a la investigación. Él sigue el caso en el cual están metidos los Kirchner, padre e hijo, el empresario Báez, Leonardo Fariña (el hombre que llevaba la plata), Federico Elaskar y Ernesto Clarens (dueños de dos financieras), Julio de Vido (ex ministro de Planificación Federal y actual diputado) y su esposa, Juan Carlos Fábrega (ex Presidente del Banco Nación)…

La ruta del dinero K, como usted supuestamente no lo sabe, involucra compra de inmuebles, maniobras de lavado, uso de sociedades anónimas, envío de dinero en bolsos y en avión a Uruguay… Esto parece más una corporación mafiosa con personajes corruptos que un intento de restauración conservadora.

El problema de sus amigos ya no es de plata, Presidente. Es por plata: no saben explicar cómo crecieron tanto sus fortunas. Se entiende que en Venezuela sus amigos chavistas no tengan los problemas que tienen Cristina y su hijo en Argentina. O Lula da Silva y la presidenta Dilma Rousseff en Brasil. Qué curioso: en esos dos países, sus amigos no pudieron meter enteramente la mano a la Justicia y ahora tienen graves problemas. En Venezuela, en cambio, su mentor y amigo murió dando muestras de ser un gran padre. A su hija María Gabriela, la segunda de cinco, legó una fortuna que la convirtió en la mujer más rica de Venezuela. Se calcula que supera a Gustavo Cisneros ($3.600 millones de dólares según Forbes) y a Lorenzo Mendoza, el dueño de las empresas Polar, ahora con un patrimonio en descenso ($1.500 millones). Qué ironía: Mendoza (que llegó a tener $2.700 millones) fue usado por Chávez para atacar a los ricos. Le decía “el gran oligarca”.

¿Sabe usted, Presidente, a cuánto asciende la fortuna de la hija de su ex tutor y amigo? A $4.197 millones. Cuentas que tiene en Andorra y EEUU. Ella está tranquila. Nicolás Maduro la protege de que la restauración conservadora le haga preguntas que la llevarían a una fatal conclusión: su padre fue otro ladrón, otro corrupto, como sus amigos Kirchner.

Quizá usted haya oído hablar de Héctor Navarro y Jorge Giordani. Los dos fueron ministros y amigos de Chávez desde su ascenso al poder hasta su muerte. Ellos pidieron investigar qué ocurrió con $300.000 millones; es decir un tercio del dinero que entró a Venezuela por cuenta de la bonanza petrolera. No tienen respaldos suficientes. Esa es la suma, según ellos, de lo que se robó la banda de chavistas. Esa es la obra de su amigo, Presidente, que quiso convencer al continente que era el nuevo prócer. Otro corrupto. Como Lula da Silva.

También Lula ha querido victimizarse. También él, como usted para justificarlos, ha hablado de intento de desestabilización y atentado a la democracia. Pero también en este caso hay un proceso judicial largo y complejo, que implica a muchos dirigentes del PT, todos directamente relacionados con la red de corrupción que había en Petrobras. Lula, fuera de las responsabilidades que le incumben, también está investigado por haber recibido $8 millones por viajes, conferencias y regalos que son, en el fondo, transacciones por tráfico de influencias.

En Brasil, como en Argentina, hay una trama. Están presos Marcos Valerio (operador del “Mensalao”), José Dirceu (jefe del gabinete de Lula), Paulo Cunha (expresidente de la Cámara de Diputados), José Genoino y Delúbio Soares (ex Presidente y ex tesorero del PT), Marcelo Odebrecht (empresario poderosísimo condenado a 19 años de prisión)… Hay 40 acusados, grabaciones, testigos y una presidenta que trata de encubrir a Lula y que ha multiplicado favores para evitar el impeachment. Ayer (11) la Comisión Parlamentaria decidió dar fuego verde al juicio político contra ella.

Presidente,

Todo esto se parece más a un sistema democrático que funciona, con justicia independiente, que a una restauración conservadora en marcha. A sus amigos les empieza a ir mal porque perennizarse en el poder solo nutre la opacidad administrativa y la corrupción. Veamos qué pasará aquí cuando haya una justicia que haga honor a su nombre.

Por ahora lo mejor es concluir como hizo Jorge Lanata, en una nota en Clarín en la cual recuerda lo que se negó durante una docena de años: “Los bolsos existían. Las bóvedas existían. Los vuelos existían. La ruta existía. El cuadernito de Néstor existía. Los testaferros existían…”.

¡Qué amigos los suyos, Presidente!


Autor:  José Hernández

Fuente:  4 Pelagatos

Viewing all articles
Browse latest Browse all 4487

Trending Articles